París, 28 may (PL) El filme The Square, del sueco Ruben Östlund, ganó hoy la Palma de Oro del Festival de Cine de Cannes, que premió además a Sofia Coppola como mejor directora, y Diane Kruger y Joaquin Phoenix como mejores intérpretes.
En la ceremonia de premiación que pone fin al evento francés, uno de los más relevantes del séptimo arte a nivel internacional, el presidente del jurado, el español Pedro Almodóvar, y la actriz francesa Juliette Binoche, anunciaron a The Square como la película merecedora del máximo galardón de la noche.
Al recibir el trofeo, Ostlund se mostró visiblemente feliz y emocionado, y agradeció a todos los que hicieron posible el largometraje.
«Este filme tuvo un equipo formidable. Espero que podamos trabajar juntos otra vez», declaró en medio de los aplausos del público.
La película cuenta la historia del director de un museo que prepara una muestra cuyo impacto será totalmente inesperado, y según la crítica, se trata de una reflexión sobre el altruismo y la pérdida de los valores en las sociedades contemporáneas.
Durante la velada, Almodóvar fue el encargado de comunicar todos los galardones, entre ellos el de la mejor dirección para la estadounidense Sofia Coppola por su filme The beguiled, mientras la protagonista de la cinta, Nicole Kidman, fue reconocida con el Premio especial de la 70 edición del Festival.
Por su parte, la alemana Diane Kruger se alzó como la mejor interpretación femenina por el filme In the fade, en el cual asume el rol de una mujer alemana que pierde a su esposo turco y su hijo en un ataque terrorista.
«No puedo tocar este premio sin pensar en todos los que han sido golpeados por el terrorismo. No están olvidados», sostuvo la actriz, cuyo desempeño sorprendió gratamente a la crítica en Cannes y de inmediato se convirtió en la gran favorita.
En el apartado masculino, el reconocimiento fue para el norteamericano Joaquin Phoenix por su trabajo en la película You Were Never Really Here, material de la realizadora Lynne Ramsay que también se alzó como el mejor guión.
El Premio del Jurado recayó en la cinta francesa «120 battements par minute», de Robin Campillo, que cuenta la historia de un grupo de activistas que lucha a principios de la década de 1990 contra la indiferencia respecto a la enfermedad del Sida, pese a su creciente propagación.
«Este filme es un homenaje a quienes murieron y a quienes todavía están ahí, con tratamientos duros, y han debido poner su vida entre paréntesis», afirmó el realizador.
La ceremonia de premiación, marcada por su habitual elegancia y distinción, puso fin a la edición 70 del Festival de Cannes, una cita que cada año reúne en el sur de Francia a muchas de las grandes figuras del cine mundial.